¿Qué cambiará en materia de inmigración con el nuevo gobierno de Canadá?

Canadá le dio un nuevo mandato a Justin Trudeau para dirigir el país como primer ministro. Sin embargo, mucho ha cambiado en comparación al año 2015, cuando el mandatario entró al Parlamento por la puerta grande.

En esta ocasión, el líder liberal se tiene que conformar con un gobierno minoritario, lo que significa que tendrá que contar con el apoyo de otros partidos para poder aprobar los grandes proyectos legislativos que propondrá para los próximos años.

Esto también tendrá un impacto, como es de esperarse, en materia de inmigración.

El NPD, podría convertirse en uno de sus aliados en materia migratoria. Ambos partidos comparten muchos ideales en esta materia y salvo algunos detalles, Trudeau podría negociar el apoyo del partido naranja para tener los votos necesarios. Todo esto, eso sí, está en el terreno de las suposiciones por el momento.

Aquí analizamos qué podría cambiar en cuanto a las políticas migratorias canadienses en el corto plazo.

Programas pilotos:

Una de las propuestas electorales de los liberales era lanzar un programa piloto de “nominación municipal”. Esto daría la oportunidad a municipalidades pequeñas y que históricamente no atraen muchos inmigrantes, de “nominar” a algunos candidatos interesados, quienes podrían integrarse rápidamente a estas comunidades por contar con un perfil en línea con las necesidades de la región.

Este programa permitiría dar residencia permanente a unas 5.000 personas en un principio.

Esta propuesta, que permitiría descentralizar un poco la inmigración, podría contar con el apoyo necesario de la oposición para poder ser aprobado.

Otro programa similar es el llamado Atlantic Immigration Pilot, un programa piloto lanzado hace un tiempo que busca aumentar el número de inmigrantes en las provincias de la costa Este del país, donde el cambio generacional y la falta de personal están generando grandes desafíos a la economía.

El acuerdo del Tercer País Seguro:

Este tratado entre Canadá y Estados Unidos es la clave de la crisis que vivió Canadá hace un par de años, cuando miles de personas comenzaron a cruzar la frontera a pie, lejos de un puesto fronterizo, con la intención de obtener refugio.

La presión política que ha generado este tema, en particular en Quebec, obligó a Trudeau a meditar sobre la posibilidad de “modernizar” este tratado. Dicho de otra forma: el gobierno liberal quiere atar ese cabo suelto legal y evitar que se multipliquen las imágenes de familias cruzando la frontera con su equipaje encima.

El problema es que esta promesa electoral no depende ni siquiera del Parlamento canadiense, sino de la capacidad de negociar con el gobierno de Estados Unidos. Muchos analistas creen que todo se mantendrá en suspenso hasta las elecciones presidenciales de 2020, pues sin Donald Trump en la Casa Blanca, el proceso podría ser mucho más sencillo.

Niveles de inmigración:

El gobierno de Justin Trudeau no ha escondido su interés en ir aumentando progresivamente los niveles de inmigración. Su plan más reciente apunta a mantener la cifra de nuevos residentes alrededor de 350.000 cada año, hasta el 2021.

Algunas proyecciones señalan que el número podría aumentar hasta 400.000 en años consiguientes.

En este punto, el gobierno actual, una vez más, podría lograr negociar el apoyo del NPD para poder aprobar sus planes de inmigración.

Hay que remarcar que todas estas propuestas pueden quedar en suspenso en cualquier momento, pues el sistema parlamentario cuenta con las herramientas para hacer caer a un gobierno minoritario en cualquier momento, por lo que los canadienses podrían estar dirigiéndose a los centros de votación nuevamente en algunos meses.

Foto: Partido Liberal de Canadá

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